Descripción
La fachada del Ayuntamiento de Pamplona es un símbolo inequívoco de la ciudad, famoso mundialmente porque desde sus balcones se abren y cierran las fiestas de San Fermín. El 26 de enero de 1760 tuvo lugar la inauguración de un edificio que posteriormente sería derruido, con excepción de la fachada, para construir la actual Casa Consistorial. Ambos edificios ocuparon el mismo solar que ya había acogido la primera Casa Municipal de Pamplona.
Esta primera Casa Consistorial se levantó como consecuencia del Privilegio de la Unión, un documento promulgado por el rey Carlos III el 8 de septiembre de 1423 y que significaba la unificación de los tres barrios que hasta entonces habían vivido enfrentados: la Navarrería, San Cernin y San Nicolás. Sobrevivió hasta mediados del siglo XVIII, cuando su estado de ruina llevó a encargar a Juan Miguel de Goyeneta los planos de un nuevo edificio, que sería inaugurado el 26 de enero de 1760. Posteriormente, a mediados del siglo XX, esta casa Consistorial fue derribada y levantada la que existe actualmente diseñada por Yárnoz Orcoyen, quien había respetado la fachada del siglo XVIII.
Tres pisos y tres ‘calles’
La fachada del Ayuntamiento de Pamplona se distribuye horizontalmente en tres cuerpos o pisos cerrados por un ático y tres ‘calles’ verticales separadas por pilastras y dobles columnas. En la portada destacan los balcones, típicos de la arquitectura civil barroca y que, con un enrejado rojo y verde, incorporan el escudo de la ciudad entre leones. Fueron realizados por Salvador Riba. Los expertos describen esta rejería como de gusto francés y poco arraigada en la ciudad, frente a las rejas colocadas a la puerta de entrada que sí son similares a otras de la ciudad.
A los dos lados de la entrada, sobre pedestales, se sitúan dos figuras femeninas, alegorías de la Prudencia y de la Justicia; la primera de ellas con espejo y serpiente y la segunda con espada y balanza, como virtudes que deben regir el gobierno municipal. Sobre la puerta de acceso hay una leyenda en latín que recuerda al visitante que ‘La puerta está abierta para todos, pero sobre todo el corazón’. Otros elementos de la planta baja son las placas de altitud que señalan que este emplazamiento se encuentra a 443,80 metros sobre el nivel del mar en Santander y 444,67 respecto a Alicante. Los elementos arquitectónicos de esta planta baja son de orden dórico.
El primer piso o planta noble está atravesado de extremo a extremo por una balconada corrida a la que se abren tres balcones. En este caso el estilo es jónico, con columnas con capiteles de volutas. En esta planta se ubican el Salón de Plenos, el Salón de Recepciones o el despacho de Alcaldía, entre otras estancias.
El segundo piso es, desde 1941, un punto de referencia cada 6 de julio, ya que el Chupinazo que da inicio a las fiestas de San Fermín se lanza desde el balcón central. El orden corintio caracteriza los elementos de esta planta que cuenta con tres balcones separados por el zócalo de las columnas.
En el ático pueden verse dos figuras simétricas de Hércules y la alegoría de la Fama con su clarín. La fachada también está coronada por dos leones que sustentan los escudos de Pamplona y Navarra. El autor de todas las esculturas de la fachada fue José Jiménez. El reloj es del siglo XVIII, aunque la maquinaria fue cambiada en 1991 y cuenta ahora con un dispositivo electrónico sincronizado por radio.
Fuente: http://www.trakfm.com/noticias-actualidad/463/250-aniversario-fachada-del-ayuntamiento-de-pamplona/
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