Descripción
Arrebatados a sus enemigos en el campo de batalla, los primeros carros que poseyeron los egipcios respondieron al tipo asirio. Posteriormente, cuando ellos empezaron a fabricarlos, se limitaron a reproducir el modelo conocido.
Las fuentes escritas e iconográficas nos dan información sobre el uso de los carros de guerra en la Antigüedad, pero han sido los yacimientos arqueológicos los que nos han descubierto in situ cómo eran. Debemos hacernos a la idea desde un principio, que los carros de guerra eran armas exclusivas de reyes y nobles. Sólo ellos podían mantenerlos y usarlos. Por eso mismo, al ser objetos tan exclusivos, era normal que estos reyes, faraones y nobles incluyeran en sus ajuares funerarios algún carro de guerra, como símbolo de su importancia social.
A fin de aligerar su peso, el carro egipcio costaba únicamente de los elementos básicos: La caja, de aproximadamente 1m. de ancho por 0.50m. de fondo y 075m. de altura en el parapeto, se limitaba a un escueto armazón de maderas curvadas artificialmente cuyo suelo, en forma de D, consistía en un tejido hecho con tiras de cuero.
La caja iba atada al timón por medio de correas que, por delante, la sujetaban al parapeto y, por detrás, la unían con el final del timón y la parte central del eje de las ruedas. El timónse hacía de una sola pieza, con la curvatura final necesaria para alojar la caja. El eje, que medía dos metros o algo más de largo, se aseguraba a la parte trasera de la caja para reforzar la estabilidad y la velocidad, quedaba sujeto en sus extremos las ruedas. Las ruedasalcanzaban una altura que podía variar entre 0.85cm. ó 1m.
Cada una tenía cuatro radios, compuestos por ocho piezas dobladas en forma de V que, adosadas por pares, se ensamblaban entre las dos mitades de otra pieza central llamada cubo. La rueda, una vez montada, se aseguraba al eje mediante un pasador insertado en su extremo, el cual facilitaba la rápida reposición en caso de avería. El yugose unía al timón con correas de cuero o fibras vegetales y estaba formado por tres piezas. La más importante recuerda a la cornamenta de un bóvido con las dos puntas muy curvadas hacia arriba, formando los pasarriendas. Por su vértice central, el yugo se aseguraba al principio del timón de forma transversal. A cada lado se ataba un horcajo para uncir al tiro de equinos que haría rodar el vehículo. Con el paso del tiempo, este tipo de carro sufrió algunas variaciones locales. Primero el aumento de los radios, de cuatro a ocho, y el recubrimiento del frente y los lados del parapeto, aunque en todo lo demás siguiera siendo idéntico al anterior.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.