Descripción
Este grupo de láminas contiene cuidados diseños de los dos tipos habituales de laberintos: El laberinto clásico o laberinto univiario, en el que solo hay una forma de entrar y una forma de salir que pasa inevitablemente por recorrer todo el trazado. El otro tipo, llamado laberintos de mazes, en donde al recorrer el interior seguiremos un camino correcto o uno incorrecto, que nos llevará o no a la salida del mismo. Los mazes se comenzaron a utilizar en los jardines de setos en la Inglaterra del siglo XII, ya que eran el lugar propicio para una cita amorosa; luego de allí se extendieron progresivamente por toda Europa, especialmente en Francia e Italia.
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