Historia
del Escudo de Melilla.
Eran los Pérez de Guzmán, una de las familias más
ilustres y poderosas de la nobleza andaluza, que habían prestado
grandes servicios a los reyes en las largas luchas a que dio lugar la
Reconquista. Duques de Medina Sidonia, Condes de Niebla, Señores
de Sanlúcar, de Gibraltar y de otras muchas villas, descendían
del heroico defensor de Tarifa: Guzmán el Bueno, por cuya razón
en la cimera de su escudo heráldico, figura una torre almenada,
y sobre ella, su glorioso antepasado en actitud de arrojar un puñal,
consintiendo la muerte de su hijo antes que entregar la plaza cuya defensa
le había sido confiada.
También procede del fundador de la Casa Ducal el dragón
que campea al pie del escudo cuyo simbolismo, explica una antigua y
curiosa leyenda: Encontrándose Don Alonso Pérez de Guzmán
el Bueno en Fez, al servicio del Sultán Ben Yusef, hizo su aparición
por aquellos contornos una terrible sierpe o dragón alado, que
tenía aterrorizados a los habitantes del país, entre los
que causaba grandes estragos, devorando frecuentemente a hombres y ganados.
Decidido a terminar con la fiera, y después de encomendarse al
Apóstol Santiago, marchó Pérez de Guzmán
a su encuentro, consiguiendo darle muerte de una certera lanzada cuando
el Dragón, abriendo sus poderosas fauces, se disponía
a abalanzarse contra él. La Corte de Fez, celebró como
se merecía, la hazaña del héroe castellano, que
fue honrado y distinguido mientras vivió el Sultán.
Descendiente directo de Guzmán el Bueno, fue Don Juan Alonso
de Guzmán, Señor de Medina Sidonia y Sanlúcar,
que casó con Doña Beatriz de Castilla y Ponce de León,
hija del rey Enrique II, quien la dio por dote el Condado de Niebla.
Como consecuencia de dicho matrimonio, los Pérez de Guzmán
incorporaron a su escudo los Castillos y Leones, propios de la Casa
Real de Castilla, como descendientes de ella, a través de Doña
Beatriz, hija y nieta de reyes.
En 1445 Don Juan II, padre de Isabel la Católica, concedió
el título de Duque de Medina Sidonia al III conde de Niebla,
Don Juan Alonso de Guzmán y Figueroa, quien añadió
a sus armas la Corona Ducal.
El 11 de Marzo de 1913, un Real Decreto del rey Don Alfonso XIII dispuso
lo siguiente: "Queriendo dar una prueba de mi real aprecio a la
Plaza de Melilla, y en atención a los próceres de la Casa
Ducal de Medina Sidonia, que fueron los que organizaron la expedición
que dio por resultado la conquista de la misma, de la que se titularon
Capitanes Generales, y de acuerdo con mi Consejo de Ministros, vengo
a conceder a la Plaza de Melilla, el uso del Escudo Oficial de la Casa
Ducal de Medina Sidonia".
El Real Decreto, que lleva la firma de
Don Alfonso XIII, ésta refrendado por el Presidente del Consejo
de Ministros, a la sazón Don Álvaro de Figueroa, Conde
de Romanones. En campo de azur, dos calderas jaqueladas de oro
y gules puestas en palo, con sus asas gringoladas con siete cabezas
de sierpe de sinople. Bordura componada de nueve piezas de Castilla
y nueve de León, alternando.
Timbre: Corona ducal. Cimera: Torre de plata sumada de un caballero
armado con una daga desnuda en su mano derecha, que representa a Guzmán
el Bueno, en actitud de lanzar un puñal desde el castillo de
Tarifa. Divisa: En su parte superior, detrás de la cimera,
una cinta alada con la leyenda "Preferre Patriam Liberis Parentem
Decet". (Preferible la patria libre a que muera un pariente).
Sostenes: Las columnas de Hércules, con la inscripción
"Non Plus Ultra". Al pie del escudo y fuera de él,
un dragón de sinople.